Cerro Castor: esquiar en el fin del mundo tiene muchas ventajas

El centro de esquí más austral del mundo tiene una nieve superlativa, que ostenta la mejor calidad del país y de Sudamérica. Su temporada es la más larga del hemisferio sur.

Esquiar en el Cerro Castor es disfrutar de una nieve superlativa, que ostenta la mejor calidad del país y de Sudamérica. Como si esto fuera poco, también dispone de una amplia red de nieve artificial que garantiza polvo en la base durante toda la temporada. Este año, Cerro Castor sumó 2,5 km de pistas con nieve artificial e incorporó tres cañones para su fabricación que suman un total 28 en toda la montaña.

El predio de más de 650 hectáreas esquiables cuenta con una pista de patinaje sobre hielo recientemente amplificada frente al nuevo edificio de dos pisos. En la planta baja abrió la confitería, con un deck espectacular, mientras que en el piso superior se inaugura un spa con salas de masajes, zona de relax, gimnasio totalmente equipado, pileta in-out, tres jacuzzis, sauna húmedo y seco.

También se ensanchó la pista La Lenga y se habilitó un nuevo sector de 150 lockers premium de última generación con sistema de secado automático con capacidad para dos equipos.

Cerro Castor está en continuo desarrollo, aunque preserva lo que lo diferencia: su naturaleza y su exclusividad, un binomio que propone hospedarse en un hotel de lujo a orillas del Canal Beagle, con vista al mar y a la cordillera nevada en un establecimiento de la prestigiosa cadena Small Luxury Hotels of the World. Así es Los Cauquenes Resort+Spa+Experiences, típicamente fueguino por dentro y por fuera. La fachada está revestida con madera de lenga y piedra de la zona, el bar tiene chimenea, el restaurante patagónico Reinamora sirve una cocina regional de alta gama que revaloriza los excelentes productos de esta tierra y estas aguas sureñas, como la centolla o el cordero, para maridar con alguna de las 100 etiquetas del wine bar.

Para alojarse en la base de Cerro Castor aguardan 15 cabañas independientes de Castor Ski Lodge construidas con piedra, troncos y un fuerte sentido de la estética y el confort, además de ocho puntos gastronómicos (Alpino Sports Bar es la apertura de la temporada) que permiten apreciar el paisaje del fin del mundo.

En Arakur, la alta cocina tiene escenarios únicos en su Restaurant La Cravia de sabores argentinos y especialidades locales (imperdible la merluza negra). Diseñado para vivir intensamente el paisaje, la construcción sustentable está emplazada en un espectacular balcón natural a 250 msnm, dentro de la Reserva Cerro Alarkén: 100 hectáreas de bosques, fauna y flora nativas. En temporada de esquí, Arakur ofrece s huttle al Cerro Castor, además de limpieza de botas y esquíes. Un perfecto equilibrio entre distinción, serenidad y aventura.